La encina: el árbol sagrado de los Celtas
La palabra Druida, procede del nombre de este árbol: deru (encina) wid (saber, conocimiento), que se podría traducir como "los que conocen la encina", los celtas se reunían en torno a una encina en donde realizaban los ritos o donde se debatían asuntos importantes de la tribu.
Los celtas lo totemizaron llamándolo “Kaërquez”, que significa árbol hermoso.
Y si la encina era el árbol sagrado, el muérdago que crece sobre la encina era la planta más importante, era considerada como la piedra filosofal ya que en el muérdago encontraban remedio para prácticamente todo, la utilizaban tantos en ritos mágicos como en medicina.
Los Celtas se relacionan con varios dioses, como Dagda, que abría el umbral entre el mundo superior y el inferior a golpes de su hacha de madera de encina.