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martes, 5 de noviembre de 2024

Medea: Tragedias de Euripides

La Tragedia de Medea

Tragedias de Euripides


Tragedia de Euripides: Medea, 431 a. de C., 
Considerada la obra máxima de Euripides.

Medea es hija de la ninfa oceánica Idia y de Eetes poderoso hechicero y rey del Cólquide y nieta de Helios, dios del sol, Medea crece en una patria exótica, ella era una hechicera envuelta en medio de magias y misterios
Pelias es el tío de Jasón, hijo de Esón, rey de Yolco y a quién había dado muerte para usurpar el trono, trono que le correspondía heredar a Jasón que era aún niño, posteriormente, cuando ya era adulto Jasón reclamó el trono a Pelias, pero Pelias le puso trabas y le propuso que le llevara el Vellocino de Oro (piel dorada de carnero y que traía prosperidad a quién lo poseía) a cambio del trono y Jasón aceptó.
Para conseguir el Vellocino de Oro tenía que viajar al Cólquida y enfrentar a un terrible dragón que lo cuidaba y robarlo y una vez que lo consiguiera podría recuperar el trono que le correspondía y para tal fin organizó la expedición llamada Argonautas por el nombre de la nava Argos y a la que asistieron muchos héroes griegos, tales como: 
Hércules de Beocia
Los gemelos Dioscuros de Esparta
Meleagro de Calidonia
Peleo de Tesalia
Anfiarao de Argos
Calais y Zetes, hijos de Bóreas (el viento del norte)
Orfeo de Tracia
Ente otros.

La tragedia de Medea comienza con la llegada de los Argonautas al Cólquide, eran jóvenes valerosos capitaneados por Jasón del que se enamoró de Medea y ella de Jasón a quién le brindó todo su apoyo, lo acompañó en su viaje y le ayudó a robar el Vellocino de Oro 
y después de lograrlo Medea huye con ellos 
Eetes rey del Cólquide, era padre de Medea y guardián del Vellocino de Oro y para retardar la persecución del rey Eetes, Jasón secuestra al hijo de Eetes y hermanastro de Medea, el príncipe Apsirto y lo embarca en su nave y llegaron a Córcira (en la isla de Corfú), tierra de los feacios, donde los encontró una flotilla del Cólquide que exigió la rendición a Jasón y que le entregaran a Medea y a su hermano Apsirto.. 
Las trampas que Eetes dispone para proteger el vellocino de oro son imposibles de sortear, pero Jasón supera los obstáculos con la ayuda de Medea, es ella quien mata a la serpiente gigante que se enrosca alrededor del vellocino; después de un viaje de cuatro meses y al lograr su objetivo y con el vellocino en sus manos Jasón acompañado por Medea y los Argonautas regresaron a Yolco y van al palacio para entregar el Vellocino de Oro a Pelias, pero este se negó a cumplir con su promesa de entregar el trono a Jasón, quién se enteró de que en su ausencia Pelias había matado a sus padres y a su hermano pequeño y ante la falsedad de Pelias, Jasón juró vengarse.
Medea quién era una poderosa hechicera se ofreció a matar a Pelias ella misma, el asesinato de Pelias se lleva a cabo debido a los deseos de la diosa Hera, quien odiaba a Pelias debido a que él no la honraba, razón por la cual decidió que la bella pero peligrosa Medea sería la persona perfecta para provocar su fin; Medea y sus doncellas se disfrazaron de viejas brujas y afirmó que Artemisa había ido a Yolco para traer la buena suerte, ellas deambularon por las calles de Yolco, despertando a Pelias, quien preguntó qué quería Artemisa de él y Medea respondió que Artemisa quería recompensar su piedad haciéndolo joven una vez más, Pelias dudó de aquello hasta que Medea se transformó nuevamente en una mujer joven y demostró cómo con su magia podía devolverle la vida a un carnero muerto y cortado, convirtiéndolo en un cordero joven y vivaz; Medea convenció a las hijas del rey Pelias para que lo introduzcan en agua hirviendo con unas hierbas rejuvenecedoras, pero como lo había previsto Pelias Murió y Medea se hizo la que algo había fallado, Medea se disculpó con las hijas de Pelias y admitió que debió haber olvidado algún ingrediente, Pelias murió.dejando al pueblo de Yolco libre para que lo tomaran los argonautas, pero Acasto, el hijo de Pelias asumió el trono expulsando a Jasón y Medea de Yolco, quienes abandonaron la ciudad para siempre. 
Medea y Jasón se ven obligados a exiliarse en Corinto donde vivieron felices durante varios años y tuvieron dos hijos.

Pero la felicidad no dura mucho, pues Jasón andaba en otras aventuras amorosas y buscó abandonar a Medea para unirse con Creúsa, hija de Creonte, rey de Corinto, mas no por amor, sino por ambiciones traicioneros, para adquirir la posición de rey.
Medea, enfurecida, le recordó a Jasón la promesa que le había hecho y planeó su venganza y para tal fin, simuló haber sido convencida por Jasón y envió a sus hijos con un regalo de boda para la novia Creúsa al palacio de Creonte, les envió una hermosa corona dorada y una túnica blanca, pero estos regalos contenían un conjuro mortal y tan pronto como Glauca se las colocó, unas llamas inextinguibles salieron de ella, las cuales consumieron a todos los invitados de la boda, excepto a Jasón, pero acabó con la vida de Creonte y su hija y para agravar la desgracia de Jasón y la suya propia, totalmente frustrada e indignada, también acabó con la vida de sus propios hijos. 
- Medea: lloro por lo que debo hacer; ya que mataré a mis hijos, nadie podrá traer alivio a tanto dolor.
Pero la venganza de Medea no acabó ahí, Medea mostró hasta qué extremos fatales pueden llegar la furia por las pasiones desmedidas y desatadas y tras los asesinatos pidió asilo al rey Egeo que la aceptó y de inmediato partió al exilio a Atenas, montada en un carro alado ayudada por el dios Helios, el dios del Sol, quien era su abuelo. 
Otra versión dice que: Medea huyó de Corinto en un carro tirado por serpientes aladas después del horrible asesinato de sus hijos.
Medea viajó primero a Tebas, donde el héroe griego Heracles (Hércules) había prometido ofrecerle refugio si Jasón alguna vez la abandonaba, ella lo curó de su locura después de que él matara a sus hijos; sin embargo, el rey Creonte era el rey de los tebanos y a ellos les molestaba tener a su asesina entre ellos.
Luego viajó a Atenas después de que el rey Egeo le prometiera protección de sus enemigos y aceptó casarse con él y prometió curar su infertilidad y Medea le dio a Egeo un hijo llamado Medo. 
Teseo, el hijo mayor de Egeo, llegó a Atenas y Medea supo que él ocuparía el lugar de su hijo en el trono después de la muerte de Egeo, así que le hizo creer a Egeo que aquel Teseo que había llegado a Atenas era un impostor y lo convenció para que lo invitara a un banquete y Egeo le ofreció a Teseo una copa de vino, sin saber que Medea ya la había envenenado con acónito (planta venenosa) y cuando Teseo se llevó la copa a los labios, Egeo notó las serpientes talladas en la espada de Teseo y retiró la copa de su mano antes de que pudiera beber de ella y Egeo lo reconoció públicamente como su hijo, Teseo persiguió a Medea, pero ella se escondió bajo una nube mágica y abandonó Atenas con su hijo Medo. 
Después de Atenas, Medea viajó a Italia, donde enseñó a los marrucinos (gente del centro de Italia) como encantar serpientes y las artes curativas; se detuvo brevemente en Tesalia, donde compitió en un concurso de belleza contra la nereida Tetis. 
Al enterarse de que Eetes había sido expulsado del trono en la Cólquide, Medea viajó allí con su hijo Medo, quien mató a su tío Perses y ayudó a colocar a Eetes nuevamente en el trono.
Algunas versiones mencionan que Medea se reconcilió con Jasón y vivieron en Corinto, pero la mayoría sostiene que Jasón terminó sus días viejo, cansado y deprimido, vagando de un lugar a otro; sentado junto al Argo en descomposición, recordando, la proa cayó repentinamente y lo mató instantáneamente. 
Medea, por su parte, se volvió inmortal y vivió en los Campos Elíseos, donde según algunas historias, Aquiles se casó con ella y no con Helena de Troya.
Eurípides la describió como una mujer extranjera que buscaba su camino en una tierra extraña y que había sido traicionada por un marido cruel y engañoso, lo que la llevó a tomar medidas extremas y desesperadas para vengarse. 
En Medea de Séneca (4 a.C. a 65 d. C.), se la representa como una hechicera despiadada que se pone a sí misma en primer lugar. 
Apolonio de Rodas describe a Medea como una joven vulnerable que usa su magia para encontrar su propia fuerza.