Las Manzanas de las Hespérides
Las Manzanas de las Hespérides o del Jardín de las Hespérides eran de oro.
Después de cumplir su décimo trabajo Heracles recibió la orden de Euristeo como undécimo trabajo, llevarle una de las manzanas de oro del Jardín de Las Hespérides que otorgaban la eterna juventud y que se encontraba donde el Sol se ocultaba.
El Jardín de las Hespérides estaba cuidado por un grupo de ninfas y una gran serpiente y su ubicación era un misterio.
El Jardín de las Hespérides estaba cuidado por un grupo de ninfas y una gran serpiente y su ubicación era un misterio.
Después de buscar por todas partes, Heracles consultó con Nereo, dios marino, muy erudito y como no pudo darle la información correcta acudió donde Atlas que sostenía el universo y este aceptó ayudarlo y le encargó mientras tanto que sostuviera el Cielo y Atlas acudió a la isla y mató a la serpiente y regresó a decirle a Heracles donde estaba ubicada la Isla.
Otra versión dice que Atlas llegó a la isla, mató a la serpiente, cogió una manzana de oro y se la llevó a Heracles.
