Hécate

Hécate: diosa de la hechicería, magia, encantamientos, oscuridad, lo oculto, necromancia, del inframundo y dueña del Can Cerbero.

Hécate Tricéfala y triforme presidia el nacimiento, la vida y la muerte y representa el aire, mar y tierra.
Hija de Asteria y Perses y de origen muy antiguo, antes era de poder inmenso y benevolente con los hombres y concedía toda clase de beneficios. prosperidad, elocuencia, victoria, etc.
Descendiente directa de los Titánes e independiente del Panteón de los Dioses Olímpicos, Zeus le reconoció sus poderes y privilegios, siendo la única de los Titánes en conservar sus poderes y la convirtió en diosa del mar, el cielo y la tierra, pero el mismo Zeus le temía, porque estaba en sus manos decidir la muerte de los humanos y de los dioses
Posteriormente aparece oscura y vinculada a las sombras, a la que representa.
Se creía que en las noches sin luna, ella recorría la tierra acompañada de una jauría de perros fantasmales, cuyos aullidos se escuchaban desde lejos, enviaba los terrores nocturnos, apariciones fantasmales y espectros y monstruos que comían carne humana.
Empusa era uno de ellos, tenía un pie de bronce y presentaba toda clase de formas y se aparecía especialmente a mujeres y niños para asustarlos.
Hecate era venerada por los magos y brujas, quienes le ofrecían en sacrificios corderos y perros negros al final de cada ciclo lunar y se les aparecía con una antorcha en la mano y de diferentes formas animales: lobos, yeguas, perros, etc.
Hécate se unió a Forcis y fue madre del monstruo Escila y con Eetes fue madre de Circe y Medea.
Se le representa con tres caras: de perro, mujer y caballo.
También representa las tres caras de la luna y
A Selene en el cielo, Artemisa en la tierra y Perséfone en el inframundo.
Esta relacionada a las encrucijadas, a aquellas en que hay 3 caminos.
Acompaño a la diosa Demeter a buscar a su hija Perséfone y ambas diosas llevaban una antorcha en la mano.
Hecate se ofreció a acompañar a Perséfone cuando le tocase pasar los 6 meses que le tocaba en el Hades, porque aquella le temía a la obscuridad.
En el Hades acompañaba a los ancianos a cruzar al otro lado del averno y permanecía a su lado junto a aquellos que los necesitaban hasta su próxima vida.
Antiguamente los cipreses estaban asociados a la muerte y estaban consagrados a la muerte.