Tercera tarea: La Cierva de Cerinea

    Tercera tarea de Heracles: La Cierva de Cerinea

 

La Cierva de Cerinea tenía las astas de oro y las pezuñas de bronce y estaba consagrada a Artemisa, diosa de la caza y protectora de los animales; la cierva poseía una gran velocidad lo que hacía imposible capturarla, moraba en el monte Cerineo.

Euristeo encomendó a Heracles que la llevase viva, sin hacerle daño.

Al llegar Heracles la persiguió durante un año hasta llegar al país de los Hiperbóreos donde al intentar cruzar un río la cierva terminó agotada lo que permitió que Heracles la atrapara sin ningún esfuerzo, la cierva no puso resistencia y la cargó sobre sus hombros, hecho que molestó a la diosa Artemisa, pero luego al enterarse de los motivos perdonó a Heracles.
Otra versión cuenta que la ninfa pleyade Taigete fue convertida en cierva para escapar del acoso de Zeus y después Artemisa quiso capturarla para juntarla con los otros ciervos que tiran de su carruaje, pero escapó debido a su gran agilidad y velocidad.

Heracles y Laomedonte

 Laomedonte

Laomedonte hijo de Ilo y Euridice, al morir su padre Ilo, heredó el trono de Troya.

Con su esposa Estrimón fueron padres de Hesíone y Astioque y con Leusipe tuvieron a Priamo que fue su heredero.

Laomedonte se negó a pagar Poseidón el haber levantado las murallas de Troya y

Poseidón enojado mandó un monstruo marino a atacar Troya y asoló la región

Apolo que había colaborado envió una peste, asustado Laomedonte decidió sacrificar a su hija Hesione a Poseidón con la esperanza de apaciguarlo y la amarró a un poste para calmar al monstruo, hasta que llegó Heracles liberó a Hesione y se ofreció matar al monstruo a cambió de los caballos que Laomedonte había recibido de Zeus como recompensa por el rapto de Ganimedes.

El rey aceptó y Heracles mató al monstruo, pero Laomedonte volvió a incumplir su promesa y el trato pactado provocando la reacción de Heracles llegó a Troya y atacó matando a todos los hijos de  Laomedonte, excepto a Podarces, quién después cambió su nombre por Priamo.

Hesione pagó con una cadena de oro por la vida de Podarces.

El Jardín de las Hesperides

El Jardín de las Hespérides

En realidad era un bosque grande que se encontraba al final del mundo y que en realidad era el Jardín de Hera.
Este Jardín se encontraba al final del mundo antiguo donde había un inmenso prado, verde y hermoso y al que nadie podía acercarse porque estaba resguardado por un dragón que votaba fuego por la boca y las narices.
Al centro había haía un soto o bosque pequeño y que estaba cercado por rejas ornamentales, los árboles daban frutos dulces y el árbol que estababa al centro daba las valiosas manzanas de oro que al comerlas eran felices toda la vida
Los árboles rodeaban a una fuente que estaba consagrada a la diosa de la belleza y la juventud y el que bebía el agua obtenía la eterna juventud eterna.
De agua que caía en la fuente brotaban hermosas melodías y que un grupo de bellas ninfas organizadas por Tepsicore, la ninfa de la música, bailaban y cantaban alegres y emocionadas recitaban bellos poemas cuyos versos emocionaba a los hombres de mas duro corazón.