Titanomaquia

Guerra de los Titanes

Urano (el cielo) y Gaya (la Tierra) fueron padres de los Titanes: Ceo, Crio, Hiperión, Japeto, Océano y Cronos y de las Titanides: Rea, Febe, Mnemosine, Temis, Tetis, Tia; tuvieron otros hijos gigantes: los Cíclopes de un solo ojo en la frente y los Hecatónquiros de 100 manos y 50 cabezas (Centimanos), a los gigantes Urano los encerró en el Tartaro, los Titanes fueron la primera generación de dioses y moraban en el Monte Otris.
Cronos era el menor de los hermanos pero era el más aguerrido y era el líder de los Titanes y había vencido a su padre Urano (el Cielo) que le vaticinó que el también iba a ser destronado por uno de sus hijos, Cronos andaba temeroso y conforme iban naciendo sus hijos se los iba tragando.
Los Titanes Rea y Cronos fueron padres de Zeus, Hades, Hestia, Hera, Demeter y Poseidón, divinidades de la Segunda Generación llamados Dioses Olímpicos; Rea ocultó a Urano a su último hijo, para protegerlo y pidió ayuda a su madre Gaya y Rea fue llevada a otro lugar para dar a luz, el bebe fue enviado a Creta donde fue criado por Amaltea, supuesta cabra que lo amamantó, al crecer Zeus, Rea le pidió rescatar a sus hermanos y consiguió que entrara como copero de Cronos, la Titánida Metis que era neutral le alcanzó un brebaje que dio a Cronos y que hizo que este vomitara  a todos los Titanes que se había tragado y una vez libres, Zeus los llevó a la rebelión contra los Titanes.
Los Titanes recibieron la ayuda de sus hijos y otros personajes, entre los que estaba Atlas, hijo del Titán Japeto que era el líder del grupo y probablemente de Estigia y sus hijos.

La Batalla se alargaba, sin asomo de terminar, Gaya profetizó la victoria a los Olímpicos, siempre y cuando fueran apoyados por los desterrados por Cronos y que se encontraban en el Tártaro; Zeus baja al inframundo y mata al monstruo Campe que cuidaba la puerta y libera a los Cíclopes y a los Hecatónquiros, estos en agradecimiento aceptaron pelear contra los Titanes; los Cíclopes dotaron a los 3 principales lideres de los Olímpicos con armas con los cuales pudieron derrotar a Cronos y a los demás Titanes.

 

A Hades le entregaron el casco que hacía invisible al que se lo ponía, así pudo robarles las armas, a Poseidón le entregaron el tridente con los que pudo distraerlos y a Zeus lo dotaron de los rayos que lanzaba desde el Monte Olimpo y con los que logró derrotarlos, en las batallas los Centimanos se enfrentaron a los Titanes en fuertes batallas donde se arrojaron enormes rocas, de 100 en 100 con sus 100 manos hasta enterrarlos, mientras que los Cíclopes fabricaban los rayos que lanzaba Zeus; los Titanes se defendieron con firmeza, unos y otros afirmaron sus filas con mucha resolución y exhibían el poder de sus brazos y su fuerza, el inmenso ponto resonó y retumbó con gran estruendo la Tierra, el vasto cielo gimió estremecido y desde su base vibró el elevado Olimpo por el ímpetu puesto por los inmortales en las batallas.
Tras 10 años de guerra finalmente los Olímpicos vencieron y se dividieron el botín, Zeus se quedo con el cielo, Poseidon con el mar y Hades con el inframundo y encerraron en las profundidades del Tartaro a los derrotados Titanes, menos a las Titánides que se mantuvieron  neutrales.
Poseidon construyó una enorme muralla con gigantescas puertas de bronce donde encerraron a los Titanes y los Hecatónquiros volvieron al Tartaro y construyeron sus casas y se encargaron de vigilar a los prisioneros, fueron sus carceleros de por vida.
El cielo estaba desprotegido y era representado por Urano, Zeus condenó a Atlas a sostener el Mundo por toda la eternidad.
Sin embargo algunos de los Titanes se mantuvieron neutrales y no participaron en la guerra, como Océano como lo había hecho en el derrocamiento de Urano; Prometeo, Menecio y Epimeteo fueron hijos del Titán Japeto, no participaron en la guerra, Prometeo se había enterado gracias a sus dotes proféticas y convenció a su hermano Epimeteo; Helios, la personificación del sol, hijo de Hiperion tampoco participó en la batalla.

Hesiodo historiador y poeta de la antigua Grecia. s. VIII, narra en su poema Teogonía, las batallas que se originaron en la feroz Guerra de los Titanes, entre la primera generación de dioses los Titanes contra la segunda generación de dioses los Olimpicos: que duró 10 años y ocurrió antes de la aparición de la especie humana, temblaba y retumbaba la Tierra, lloró el tembloroso Tartaro, ante el sordo ruido de la refriega y los golpes violentos.
La furia de Zeus era incontenible y su cólera era tal que exhibió toda su fuerza y desde el Olimpo lanzaba sus rayos poderosos
Los centimanos, los Cíclopes y los Olímpicos los vencieron y desde la anchurosa Tierra lanzaron a los Titanes al fondo del Tartaro, donde la oscuridad envuelve toda la zona y no tiene salida posible y los ataron con fuertes cadenas.