El Coloso de Rodas

   El Coloso de Rodas

El Coloso de Rodas: monumento a Helios, dios del Sol, erigido por el escultor griego Cares o Chares de Lindos en el puerto de Rodas aproximadamente en el 290 a. de C.
Fue erigido en homenaje en homenaje a su dios protector después de un triunfo de los rodios sobre el rey de los macedonios Demetrio I Poliorcetes llamado "asediador de ciudades"
Después de 12 años de trabajo el monumento llegó a alcanzar 32 metros de altura y fue hecho con una estructura totalmente de hierro y cubierto con placas de bronce con un peso aproximado de 30 a 40 toneladas; al interior colocaron una escalera que llevaba a la parte superior de la cabeza donde habían colocado una torre con fuego que era encendido todas las noches y servía como un gran faro para guiar a las embarcaciones.
En el 223 a. de C. un terremoto los destruyó y los restos del coloso permanecieron en el lugar, siguiendo un consejo del Oráculo de Rodas.
En el 672 Rodas fue invadido por los árabes que quedaron sorprendidos al ver al coloso sumergido en las aguas de la bahía y cubierto de algas y moluscos, finamente retiraron los restos para utilizarlos en otras obras.

Supersticiones Celta

 Superstición Celta

Es una superstición muy antigua de origen celta. 
Para los celtas los bosques eran muy respetados y sagrados, los llamaron Nemeton, en algunos bosques habían varias especies de árboles, en otros hay especies que son dominantes como en los encinares donde la encina esta presente en un gran porcentaje, la encina era el árbol donde vivían los dioses, para los Celtas los bosques eran sus templos y la encina el altar principal, donde los druidas realizaban sus ritos y ceremonias dedicados a sus dioses; los bosques eran densos y oscuros, las copas de los árboles inmensos, llenos de ramas colgantes, musgos acumulados de años, oscuros, por lo que daban temor, mucho respeto y les daban un ambiente de misterio; estaba prohibido cortar o talar un árbol, luego se crean las leyendas de que estaban habitados por seres divinos como gnomos, ninfas, diosas y dioses; de todos los árboles el roble era muy apreciado por tener una madera muy maciza y fuerte, pero la encina era la escogida por los Druidas para realizar sus rituales, por ser la más apreciada por sus bondades.
Los celtas estaban ligados a la tierra a la que la tenían como lo más sagrado y a los árboles que reciben las energías del sol, de la luna y de la tierra a través de sus raíces, las convertía en milagrosas y hasta mágicas, por lo que tocar su madera atraía las buenas vibras, algunas veces soltamos la expresión "toco madera" como repelente al peligro, contra lo que se cree que es mala suerte, de esa forma mencionamos en forma subliminal a la encina.      
Los celtas abrazaban a los árboles para inyectarse energía, rodeaban a los árboles para realizar sus ceremonias y posteriormente para realizar reuniones importantes, incluso los consejos de los algunos pueblos de Aragón, España, actualmente realizan sus consejos alrededor de una encina,
La costumbre al no estar cerca de un árbol, es tocar madera de los muebles e incluso algunas personas llevan un pequeño trozo de madera colgado al cuello, como dije de un collar; tocar la madera era para alejar las enfermedades y atraer la protección; muchos escritores e historiadores confunden a la encina con el roble, siendo los dos del mismo genero: Quercus; el roble es el de mayor abundancia dado que tiene varias especies, el roble es "quercus robus" y la encina "Quercus Ilex", pasando el roble a ser un genérico, incluso la encina es llamado o traducido al inglés "oak" como el roble,