google.com, pub-8029279417653606, DIRECT, f08c47fec0942fa0 Las grandes civilizaciones de la Tierra: Carranza
Mostrando entradas con la etiqueta Carranza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Carranza. Mostrar todas las entradas

martes, 19 de noviembre de 2024

El Faro de Alejandría

  El Faro de Alejandría

7 Maravillas del Mundo Antiguo


Encargado por el faraón Ptolomeo Filadelfo fue construido en la isla de Faros en el año 279 a. de C. por el arquitecto griego Sóstrates de Cnido.
Faros es una pequeña isla de la ciudad Egipcia, para que sirviera de guía a los navegantes, la que se consideraba como una de las mayores construcciones técnicas de la antigüedad.
Sobre la plataforma superior colocaron un gran espejo metálico que en el día reflejaba la luz del Sol y en la noche proyectaba la luz del fuego a una distancia de hasta 50 kilómetros
El Faro se alzaba sobre una base cuadrada de la que se elevaba una torre octogonal de 134 metros de altura y sobre la plataforma octogonal ardía en las noches un fuego alimentado por leña y resina
Los restos del faro que aún quedaban fueron destruidos por un terremoto y los restos fueron destruidos años después por la avidez del Califa Al Walid que creyó que bajo sus cimientos se hallaba un inmenso tesoro escondido.

El Coloso de Rodas

   El Coloso de Rodas

7 Maravillas del Mundo Antiguo

El Coloso de Rodas: monumento a Helios, dios del Sol, erigido por el escultor griego Cares o Chares de Lindos en el puerto de Rodas aproximadamente en el 290 a. de C.
Fue erigido en homenaje en homenaje a su dios protector después de un triunfo de los rodios sobre el rey de los macedonios Demetrio I Poliorcetes llamado "asediador de ciudades"
Después de 12 años de trabajo el monumento llegó a alcanzar 32 metros de altura y fue hecho con una estructura totalmente de hierro y cubierto con placas de bronce con un peso aproximado de 30 a 40 toneladas; al interior colocaron una escalera que llevaba a la parte superior de la cabeza donde habían colocado una torre con fuego que era encendido todas las noches y servía como un gran faro para guiar a las embarcaciones.
En el 223 a. de C. un terremoto los destruyó y los restos del coloso permanecieron en el lugar, siguiendo un consejo del Oráculo de Rodas.
En el 672 Rodas fue invadido por los árabes que quedaron sorprendidos al ver al coloso sumergido en las aguas de la bahía y cubierto de algas y moluscos, finamente retiraron los restos para utilizarlos en otras obras.